La larga, aunque poco prolífica, carrera de Terrence Malick (¿alguien sabe algo de él?) es un auténtico festín para los sentiodos. Su última película hasta la fecha, pasó sin pena ni gloria por las pantallas, aunque es una obra maestra de principio a fin. Todas sus imágenes son poesía. Para muestra un botón. Una escena llena de sensibilidad, con una fotografía fantástica y el estilo narrativo tan propio de Malick.
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2 comentarios:
No me lo puedo creer, vi esta película el lunes pasado, casualidad... fotografía excelente, sonido magistral, sólo cantea un poco el Collin Farrell como colonizador con perilla. Aunque después de la Delgada Línea Roja no me pareció tan innovador, me hubiera gustado ver esta peli en el cine. Mola mucho tu blog.
Un abrazo
En realidad 'la delgada línea roja' tampoco era tan innovadora, porque las dos primeras películas de Malick tenían el mismo estilo. Pero era una jodida maravilla, y quien diga lo contrario no merece vivir, jeje...
Acaban de editar, al menos en USA, la versión extendida de El Nuevo Mundo, y debe merecer la pena...
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